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La historia de San Miguel Teotongo, colonia ubicada a las faldas del volcán Tetlalmanche, no puede entenderse sin la lucha vecinal-comunitaria que, desde hace más de cuarenta y nueve años, encabezó una organización social como la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo (UCSMT). Esa lucha, liderada en buena parte por mujeres que, desde entonces, representaron una resistencia necesaria ante una doble hostilidad: la impunidad de los fraccionadores y el machismo imperante en sus propios hogares, configuró una manera de la vida social que en parte se alimentó por las tradiciones comunitarias propias de otros lugares del país. Aunado a las dificultades sociales que asolaban a la periferia de aquel entonces, el territorio hostil en el que se buscaba habitar como una alternativa por el derecho a la vivienda, significó un reto mayúsculo. Las pendientes prolongadas y la irregularidad del terreno, prácticamente a las faldas del volcán,  dificultaron  llevar los servicios básicos hacia esas laderas, por lo que, sin el impulso vital que encabezó la Unión de Colonos, acompañada de otros movimientos sociales, la conquista de los servicios básicos hubiera sido muy distinta. Desde entonces, la resistencia, el trabajo autogestivo y el compañerismo entre hombres y mujeres fue moneda de cambio entre los compañeros que, con pico y pala, cavaron los cimientos no solo de sus hogares, sino también de iniciativas que actualmente son políticas públicas no solo en Iztapalapa. Los modestos espacios que, con el tiempo, han dignificado la tradición de esfuerzo y conquista por los derechos que impulsó la Unión de Colonos, dan cuenta de una historia que, desde sus inicios, tuvo consideración por el medio ambiente, por los espacios de esparcimiento y por un equipamiento urbano que atendiera las necesidades de salud, alimentación y acceso a la cultura. Muestra de ello son los comedores comunitarios ubicados en cada una de las secciones que conforman la colonia, muestra de ello son sus centros culturales y su Parque Ecológico, espacios emblemáticos de la Unión de Colonos a través de los cuales puede entenderse la resistencia colectiva como una forma de vida necesaria para hacerle frente a los tiempos en los que el individualismo impera. Este año se cumplen cuarenta y nueve años de la Unión de Colonos, cuarenta y nueve años en resistencia.